Cada vez es más común que las mujeres seamos independientes en todos los sentidos y como consecuencia hay una confusión en cuanto a los roles sociales entre los distintos sexos.
Podemos ser exitosas en nuestra vida laboral, en la que somos tomadoras de decisiones y “nos mandamos solas” y muchas veces nos mantenemos así, aunque en el fondo queramos lo contrario.
¡Qué bueno que las cosas hayan cambiado! Pero tomemos en cuenta que los hombres siempre serán hombres y las mujeres, mujeres, con todas esas diferencias que nos complementan del otro. El tema aquí está en la polaridad. Todos tenemos energía masculina y femenina, seamos del sexo que seamos. El equilibrio entre estas dos cargas es lo que nos mantiene en nuestro centro.
Una mujer que trabaja y gana dinero tiene una polaridad masculina fuerte y un hombre suave y empático, una polaridad femenina sólida. Lo interesante es que para que haya atracción entre hombres y mujeres lo ideal es tener una carga más fuerte del sexo al que pertenecemos. El reto en ambos casos es aprender a ubicarnos en el polo correspondiente para tener una buena relación (hetesosexual) de pareja.
La buena noticia es que podemos cargarnos con la energía que requerimos según la situación en la estemos. El chiste es identificar cuál es la energía necesaria y cambiarnos la camiseta. Esto toma aproximadamente media hora, según Magui Block, psicoterapeuta especializada en relaciones familiares y de pareja. Entonces, si eres una mujer que te desenvuelves en el mundo laboral, conectarte con tu lado femenino es lo ideal cuando llegas a tu casa.
Actividades como cepillarte el pelo, ordenar tu clóset, ponerte crema, por ejemplo, pueden ayudarte a equilibrarte y a situarte en tu carga femenina. Si eres hombre realizar deportes intensos, ver películas de acción o actividades mecánicas te apoyarán a ubicarte en tu energía masculina.
La polaridad masculina y/o femenina es mucho más compleja que lo que vemos en el exterior, es una actitud que se logra con el equilibrio de las dos energías. Así que si queremos llamar la atención del sexo opuesto, es importante ponernos en sintonía con la energía que lo atrae, abrazar desde nuestro corazón quiénes somos y respetar las maravillosas diferencias que nos complementan.
“El hombre y la mujer se complementan de manera perfecta: ella reconoce sus necesidades y pide siendo agradecida con lo que recibe, él la escucha y resuelve como ella lo necesita. Entonces ella se siente amada y atendida y él, útil y valioso”. Magui Block.
Cada vez es más común que las mujeres seamos independientes en todos los sentidos y como consecuencia hay una confusión en cuanto a los roles sociales entre los distintos sexos.
Podemos ser exitosas en nuestra vida laboral, en la que somos tomadoras de decisiones y “nos mandamos solas” y muchas veces nos mantenemos así, aunque en el fondo queramos lo contrario.
¡Qué bueno que las cosas hayan cambiado! Pero tomemos en cuenta que los hombres siempre serán hombres y las mujeres, mujeres, con todas esas diferencias que nos complementan del otro. El tema aquí está en la polaridad. Todos tenemos energía masculina y femenina, seamos del sexo que seamos. El equilibrio entre estas dos cargas es lo que nos mantiene en nuestro centro.
Una mujer que trabaja y gana dinero tiene una polaridad masculina fuerte y un hombre suave y empático, una polaridad femenina sólida. Lo interesante es que para que haya atracción entre hombres y mujeres lo ideal es tener una carga más fuerte del sexo al que pertenecemos. El reto en ambos casos es aprender a ubicarnos en el polo correspondiente para tener una buena relación (hetesosexual) de pareja.
La buena noticia es que podemos cargarnos con la energía que requerimos según la situación en la estemos. El chiste es identificar cuál es la energía necesaria y cambiarnos la camiseta. Esto toma aproximadamente media hora, según Magui Block, psicoterapeuta especializada en relaciones familiares y de pareja. Entonces, si eres una mujer que te desenvuelves en el mundo laboral, conectarte con tu lado femenino es lo ideal cuando llegas a tu casa.
Actividades como cepillarte el pelo, ordenar tu clóset, ponerte crema, por ejemplo, pueden ayudarte a equilibrarte y a situarte en tu carga femenina. Si eres hombre realizar deportes intensos, ver películas de acción o actividades mecánicas te apoyarán a ubicarte en tu energía masculina.
La polaridad masculina y/o femenina es mucho más compleja que lo que vemos en el exterior, es una actitud que se logra con el equilibrio de las dos energías.
Así que si queremos llamar la atención del sexo opuesto, es importante ponernos en sintonía con la energía que lo atrae, abrazar desde nuestro corazón quiénes somos y respetar las maravillosas diferencias que nos complementan.
Publicado en "Clase" del Universal el 19 de marzo 2015